Partimos por considerar a la creatividad humana  abierta a la realidad, al encuentro.

La actividad cultural  se define como  aquella  por la cual el hombre se manifiesta, se expresa, como humano.


Todo acto humano cualifica al sujeto  al propender a la realización del hombre como persona.

Por tanto el hombre operando en el ámbito de la cultura humaniza gradualmente la realidad.


La realidad es el ámbito donde opera el diseñador, éste debe desarrollar una forma de conocimiento   que le permita captar la realidad en conjunto, en concreto, y con carácter de compromiso. 


Se trata de superar el confinamiento del espíritu humano en perspectivas particulares y lograr una visión integral.